miércoles, enero 26, 2005

Wittgenstein (I): Logica y necesidad metafísica

Dos virtudes fundamentales adornan el “Tractaus logicus philosoficus” de Wittgenstein: por un lado es un compendio de todas mis obsesiones ontológicas, y por otro esas obsesiones están expresadas en un estilo insuperablemente sintético y perfectamente claro.

Gracias a estas dos virtudes es muy fácil usar el “Tractatus” como un guión sobre el cual, a base de aclaraciones y refutaciones explorar mis propias ideas, ahorrándome así el trabajo de construir un texto estructurado.

Quiero empezar por tanto con la siguiente anotación:
“Si un dios crea un mundo en el que determinadas proposiciones son verdaderas, con ello crea un mundo donde todas las proposiciones que se siguen de ellas son también verdaderas. Y de un modo similar no podría crear un mundo en que la proposición p fuera verdadera sin crear todos sus objetos”
Tractatus 5.123
“Se puede ir contra las leyes de la física pero no contra las de la geometría”

Esta es una maravillosa exposición de la falacia de la necesidad metafísica.
La tradición filosófica occidental desde la escolástica ha tratado con dos géneros de verdades: las verdades metafísicas que derivan de la lógica y las verdades empíricas que dependen de la observación. Según esta doctrina las Matemáticas describían el universo de lo metafísicamente inevitable y la Física describía las verdades naturales contingentes.

Esta distinción a su vez tenía un contenido teológico: mientras que Dios podía alterar las leyes de la naturaleza, no podía sin embargo derogar las verdades metafísicas. En particular Dios podía hacer que los cuerpos “cayeran para arriba”, pero no podía construir un “circulo cuadrado”.

Todos los que hemos tratado con la lógica nos sentimos maravillados acerca de la capacidad de la mente para encontrar “leyes lógicas” incondicionales que parecen estructurar el mundo sin pertenecer a el. Pero es justo esa la falacia: la lógica no estructura el mundo, sino el pensamiento.

“La lógica acota los limites de lo POSIBLE” afirma el teólogo medieval…pero yo digo mas bien que “La lógica acota los limites de lo PENSABLE”.

Efectivamente Dios no puede construir un “circulo cuadrado” pero no por que sea “imposible” sino porque pedir un “circulo cuadrado” es no pedir nada.

La lógica es la ciencia de la atribución de significado y por tanto no limita el mundo exterior (ni factual ni condicionalmente). La lógica limita nuestro mundo interior.

Por tanto cuando exigimos que las leyes de la ciencia sean lógicamente consistentes no lo hacemos porque el universo “sea” lógicamente consistente, sino porque las leyes de la física tienen que tener significado y lo incoherente no significa.

La coherencia no es pues una exigencia del universo físico sino del entendimiento humano.

Una “buena descripción del universo” en particular tiene que ser “descripción”, es decir tiene que tener contenido semántico. En un buen modelo del universo (o de cualquiera de sus partes) los objetos sintácticos tienen que tener un equivalente semántico (es decir no puede haber “círculos cuadrados”) y un equivalente físico.

Por ejemplo, un “triangulo rectángulo en el plano tal que el área del cuadrado de los catetos no es igual al área del cuadrado de la hipotenusa” es un objeto que no tiene contraparte semántica (¡y por eso es lógicamente imposible!), mientras que el concepto de infinito (que tiene contraparte semántica) no tiene contraparte física (y por eso aparece en la Física solo como aproximación, y sin embargo es legítimo en Matemáticas).

No quiero dejaros con la sensación de que la lógica no me parece relevante: la Ciencia es una actividad que pretende hacer el mundo accesible al pensamiento. Y eso exige no solo clarificar el mundo, sino también clarificar el pensamiento.

5 Comments:

At 9:19 p. m., Blogger Econoclasta ecuatoriano said...

Kantor:

Tu anotación es simplemente excelente. Tienes mi voto para la mejor anotación teórica del mes.


Juan Fernando Carpio

 
At 5:01 a. m., Anonymous Anónimo said...

Hola Kantor, soy Libelator. Ahora no tengo tiempo para matizar/discutir sus interesantes posts.
En cualquier caso creo que utiliza una versión del Tractatus versión "traducción moderna del inglés".
Yo le recomiendo que se descargue esta:

http://www.philosophia.cl/biblioteca/wittgenstein.htm

Es bilingue "original-español" y muy cuidada.
En ese sitio, si le interesa, encontrará textos de varios autores.
Saludos; volveré.

 
At 11:44 a. m., Anonymous Anónimo said...

Gracias a los dos. En los ultimos años eso que laman "filosofia" cada vez es mas una rama de la "ciencia social" en el peor sentido de la palabra.

El placer por la verdad desinteresada no solo es cada vez mas minoritario, sino que casi esta mal visto.

Un saludo,
Kantor

 
At 4:29 a. m., Anonymous Anónimo said...

“La lógica es la ciencia de la atribución de significado y por tanto no limita el mundo exterior (ni factual ni condicionalmente). La lógica limita nuestro mundo interior.”

Matización 1
Sería interesante definir términos como mundo exterior y mundo interior.
Una de las características de nuestra constitución lógica es la de permitirnos operar con soltura dentro del mundo de la intuición, entendida ésta como aquél el razonamiento cuyos términos no controlamos. Esto es una paradoja. Nuestros mayores esfuerzos se realizan en el momento en que intentamos aprehender dichos términos con la intención de dominarlos. Sabemos /intuimos que existe un algo exterior que también nos constriñe con independencia de nosotros mismos.
Tradicionalmente unos de los límites que se ha intentado acotar como barrera entre ambos entornos es el término “vida”.
Un concepto contemporáneo aunque conservador de tal intuición la contempla como una estructura que cumple tres condiciones:
- Presenta un límite diferenciado entre ella y el medio en que se ubica.
- Es capaz de mantener algún tipo de intercambio dicho medio. (tradicionalmente materia y energía)
- Puede replicarse a sí misma.
Ahora bien, si aplicamos la lupa de la lógica veremos como chocamos con la red del lenguaje pues si parece claro que tal definición se puede aplicar a los animales y las plantas también veremos que puede abarcar los minerales e incluso la propia transmisión de información. ¿Acaso el proceso de gestación y crecimiento de las estructuras cristalográficas no cumple con las tres premisas?. ¿Y lo que llamamos/intuimos como información no podría cumplir si lo examinamos detenidamente, con las tres condiciones? (consultar “memes/memética” en el google).
La investigación científica experimental bordea ya los límites de su propia lógica admitiendo que para seguir avanzando ha de deshacerse del lastre empírico que la ha sustentado desde sus inicios.
Jamás seremos capaces de ver un taquión o cualquier otra partícula subatómica porque su propia definición implica que son invisibles e indiscernibles aunque a través de sus trazas podamos construir un bello y coherente entramado lógico para comprenderlas.
Pero esto, ¿no será que realmente lo obsoleto radica en el término “ver”? (el círculo cuadrado).
Y es aquí donde podemos plantear una objeción a la afirmación de que la lógica limita nuestro mundo interior. Podríamos afirmar que la lógica es la que constituye nuestra interioridad y, ciertamente la limita pero no de manera restrictiva, si no que la conforma.
Es la propiedad que nos permite hablar de “interior” como singularidad del continuo.
Pero todo esto no son más que aproximaciones pues nos comunicamos mediante un lenguaje fósil; un lenguaje que para sernos útil es necesario haber aprendido de manera mecánica desprendiéndonos de las circunstancias en las que asimilamos los términos y manejando la huella que ha quedado en nuestra pétrea consciencia pues en el fondo somos metáforas de algo que no conocemos.

Libelator

 
At 10:05 p. m., Anonymous Anónimo said...

Caramba, debí suponer que serías aficionado también a la filosofía.

Lo he leído con gusto. Wittgenstein, el primero, el que comentas, me entusiasmó en su momento.

Comprendo tus tribulaciones ¿has leído a Willard Van Orman Quine? Para mi tiene algo de definitivo. Acepta el escepticismo de Hume (estoy de acuerto, es definitivo) y, a partir de ahí, la necesaria provisionalidad del conocimiento, tanto el científico como el filosófico (que, si le he entendido bien, pone a ambos dentro de un todo continuo. Y si no lo pone él, lo pongo yo). Creo que la metáfora de la realidad virtual que usas es excelente y desde el punto de vista del empirismo de Quine no hay más problemas con la referencia a los objetos que contiene ese universo.

(Cito cosas del post posterior, soy consciente, pero creo que no importa ¿no? :)

Dodgson

 

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