jueves, enero 13, 2005

La nueva empresarialidad

Entre las muchas contradicciones que contiene mi proyecto vital, una de las mas obvias es que aunque tengo preferencia por actividades intelectualmente creativas, tambien tengo un desmedido apetito de seguridad económica.

No os cuento mis neurosis sociales por afán de protagonismo, sino porque creo que son bastante representativas. Y tienen consecuencias económicas…

Tres características definen a los empresarios en una economía de mercado:

1) Creatividad: el empresario identifica una oportunidad de negocio, ya sea lanzando un nuevo bien o servicio, refinando una técnica de producción o identificando un nicho de mercado infra-explotado.

2) Capacidad de gestión: el empresario es capaz de planificar y gestionar el proyecto empresarial: busca financiación, contrata, compra y promociona el producto

3) Audacia financiera: los empresarios toman los riesgos marginales y reciben los beneficios marginales de la empresa: esto es, su parte de la renta es la más volatil.

Las tres caracteristicas anteriores son dificiles de encontrar por separado, y todas juntas mucho más. Por eso en los viejos tiempos del capitalismo épico, la escasez de iniciativa empresarial era uno de los cuellos de botella del crecimiento. Pero precisamente la esencia del capitalismo es superar cuellos de botella.

Y por eso en los ultimos cincuenta años de la historia económica occidental (treinta de ellos de socialismo nacionalista, veinte de globalizacion liberal) hemos visto surgir un nuevo modelo de empresarialidad, caracterizado por sustituir al empresario mesiánico por una alianza entre el capital-riesgo y la profesionalidad tecnócrata.

Ahora en lugar de depender de una persona, los proyectos empresariales nacen en muchas ocasiones de desarrollos academicos o ingenieriles. La idea original suele partir de un individuo averso al riesgo que busca capital en los mercados y deja la gestión del día a día en manos de directivos profesionales (normalmente graduados de MBAs) y se centra en el desarrollo de lo especifico de su proyecto.

Contratos diseñados para incentivar optimamente a los gestores, paquetes de acciones y la separación de la dirección estratégica de la gestión, permiten superar muchas de las asimetrías de información y hacen que el capital pueda afluir a la economía productiva con garantias.
Esta forma de gestión utiliza optimamente los recursos intelectuales y reparte optimamente la toma de riesgos.

Precisamente la sustitución del "capitalismo épico" por el "capitalismo tecnócrata" es un suceso esencial en el desarrollo económico y nos lleva cada vez mas cerca de ese entorno de maxima liquidez y mercados perfectos que es la hipótesis del modelo neoclásico. Tambien hacia la sustitución de la propiedad hereditaria por la gestion meritocrática. Una utopia liberal que se confunde con los sueños del socialismo.

6 Comments:

At 8:06 p. m., Anonymous Anónimo said...

Excelente anotación, kantor.

Aunque profano en Economía se me ocurre, sin embargo, esta pregunta: ¿También en cuanto a las PYMES se cumplen estos asertos? ¿Ya no hay épica en la creación de una pequeña empresa, una frutería o mercería, por ejemplo? No tendrán la grandeza de las que cotizan en bolsa, pero para quienes las crean, gestionan y financian pueden ser su éxito o su fracaso igual de gratificantes o de trágicos.

Este post tuyo me ha traído a las mientes una novela de Honorato de Balzac: Grandeur et décadence de César Birotteau. Tan catastrófica es la ruina de este mínimo empresario perfumista como lo fue y ha sido la de un Ruiz Mateos o un Mario Conde de nuestros días, aunque lo sea por motivos diferentes y en muy diferente escala.

El título de esa novela no es irónico: en relación con el universo, la grandeza y decadencia de un pequeño comerciante equivale a la de una empresa multinacional, a la de un imperio. Y en su totalidad, las pequeñas y medianas empresas suponen en un país, en el nuestro por ejemplo, creo, más peso empresarial que las grandes en conjunto.

Comprendo que el sentido y contenido de tu post se centra en un nivel de empresa específico, y que el mío constituye una digresión, quizás inoportuna. Mis disculpas por ello.

 
At 10:18 p. m., Anonymous Anónimo said...

Excelente post kantor.Espero tu respuesta a motilsarra.

Séneca.

 
At 10:25 p. m., Anonymous Anónimo said...

Kantor, me he dado cuenta de que aparece por dos ocasiones una misma pregunta mía, se debe a que tarda un periodo de tiempo en aparecer publicada, no estaba vacilando ni nada parecido, es una delicia leer tus posts.

Séneca.

 
At 10:53 a. m., Anonymous Anónimo said...

Bueno, yo respeto cualquier proyecto empresarial, pero hay algunos que me interesan y otros que no tanto.
En todo caso cada vez hay mas consultores independientes, pequeñas empresas del sector tecnologico
y un tejido de PYMES basadas en el valor añadido aportado por un pequeño equipo de profesionales altamente cualificados. El tamaño no es lo que importa...

Kantor

 
At 4:24 p. m., Blogger Econoclasta ecuatoriano said...

Muy inteligente tu comentario, me gustó. Debo rechazar totalmente la pretensión de abolir ("reemplazar") la herencia. Es la institución que más asegura un horizonte temporal bajo (largo plazo), garantizando procesos productivos igualmente complejos y más productivos.

Saludos.

 
At 5:57 p. m., Anonymous Anónimo said...

Hola jf, yo tampoco estoy por abolir la herencia, pero no es una institucion que me entusiasme. Tampoco me pareceria justo (aprte de ser contraproducente) eliminarla.
Alguna clase de impuesto sbre la herencia me parece mejor que por ejemplo tasar las rentas del trabajo, pero una imposicion limitada que no destruya el medio de vida de la gente.

Kantor

 

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